El proyecto crea un espacio abierto, verde y que evoluciona a lo largo de las estaciones, en la zona central de los edificios para el disfrute de los más de 150 vecinos de la promoción.

Se organiza alrededor de una gran pradera que rodea la zona de la piscina, y se remata con unas plantaciones cuyo momento álgido se puede disfrutar a lo largo de todo el verano. Se ha creado una mezcla de gramíneas, arbustos, plantas de flor y árboles singulares de bajo mantenimiento y gran variedad estacional. El diseño de los parterres responde al despiece de todos los elementos de la fachada, de esta manera se consigue integrar perfectamente el jardín dentro de la arquitectura global.

Por otro lado, se han tratado las grandes cubiertas de los locales comerciales con vegetación adaptada y resistente al duro clima de Madrid. Se consigue, de esta manera, por un lado aislar térmicamente los locales que se encuentran bajo la cubierta, y por otro mejorar las vistas de todas las viviendas a las zonas comunes.