El Real Madrid ha querido crear un nuevo concepto de ciudad deportiva en el que se pretende lograr un ambiente de entrenamiento y convivencia para los jugadores de un equipo reconocido mundialmente. Un importante componente de la visión del Real Madrid ha sido el tratamiento paisajístico, que extiende el verde de los campos de juego a todo el conjunto.

La selección del arbolado hace referencia tanto a las especies que se encontraban en el paraje original: olivos, álamos y almendros, como al uso de especies típicamente mediterráneas, como el ciprés y la morera. La selección de tapizantes y arbustivas ha tenido en cuenta la prevención de la erosión en los taludes y ofrecer un paisaje cambiante a lo largo del año con vistosas floraciones a finales del invierno y principio de primavera en el que predominan los colores del Club: blanco y morado.